Los cálculos renales pueden ser tan pequeños como un grano de arena o tan grandes como una perla.
Los cálculos renales (también llamados nefrolitiasis o urolitiasis) son depósitos duros hechos de minerales y sales que se forman dentro de los riñones, de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
Además, explicó que la dieta, el exceso de peso corporal, algunas afecciones médicas y ciertos suplementos y medicamentos se encuentran entre las muchas causas de los cálculos renales.
Sobre la misma línea, Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, señaló que hay cuatro tipos principales de cálculos renales.
El de calcio es el tipo de cálculo más común. El calcio se puede combinar con otras sustancias, como el oxalato (la sustancia más común), para formar el cálculo.
Un cálculo de ácido úrico se puede formar cuando la orina contiene demasiado ácido.
Un cálculo de estruvita se puede formar después de una infección en el aparato urinario.
Los cálculos de cistina son poco comunes. La enfermedad que causa estos cálculos es hereditaria.
No obstante, es importante señalar que la expulsión de los cálculos depende del tamaño, el tipo, la ubicación y la causa del cálculo renal y por ello, la corporación Boston Scientific señaló que esto podría tardar de cuatro a seis semanas, pero de no ser expulsados de forma natural, es posible que el médico ordene algunos tratamientos, según la entidad sin ánimo de lucro, como:
Usar ondas sonoras para romper los cálculos. Para ciertos cálculos renales, según el tamaño y la ubicación, el médico puede recomendar un procedimiento llamado “litotricia extracorpórea por ondas de choque (LEOCH)”.
La litotricia extracorpórea por ondas de choque usa ondas sonoras para crear vibraciones fuertes (ondas de choque) que rompen los cálculos en pequeños pedazos para que puedan expulsarse con la orina. El procedimiento dura entre 45 y 60 minutos y puede producir dolor moderado. La litotricia extracorpórea por ondas de choque puede provocar sangre en la orina, formación de hematomas en la espalda o en el abdomen, sangrado alrededor del riñón y otros órganos cercanos, y molestias cuando eliminas los fragmentos del cálculo a través de las vías urinarias.
Cirugía para extraer los cálculos renales muy grandes. Un procedimiento llamado “nefrolitotomía percutánea” consiste en la extracción quirúrgica de un cálculo renal mediante instrumentos y telescopios pequeños que se introducen a través de una pequeña incisión que se realiza en la espalda. El médico puede recomendar esta cirugía si la litotricia extracorpórea por ondas de choque no tiene éxito.
Usar un endoscopio para extraer los cálculos. Para extraer un cálculo pequeño alojado en el uréter o en el riñón, el médico puede introducir un tubo delgado que posee una luz y una cámara (ureteroscopio) a través de la uretra y de la vejiga hasta llegar al uréter. Una vez que se localiza el cálculo, las herramientas especiales pueden atrapar el cálculo y romperlo en trozos que se eliminarán con la orina. Después, el médico puede colocar un pequeño tubo (estent) en el interior del uréter para mejorar la hinchazón y promover la cicatrización.
Cirugía de la glándula paratiroides. Algunos cálculos de fosfato de calcio se forman a causa de glándulas paratiroides hiperactivas, las cuales están ubicadas en los cuatro extremos de la glándula tiroides, justo debajo de la nuez de Adán. Cuando esas glándulas producen demasiada hormona paratiroidea (hiperparatiroidismo), los niveles de calcio pueden aumentar demasiado y, en consecuencia, se pueden formar cálculos renales. A veces, el hiperparatiroidismo aparece cuando se forma un pequeño tumor benigno en una de las glándulas paratiroides o si manifiestas otra afección que hace que estas glándulas produzcan más hormona paratiroidea. Extirpar el crecimiento de la glándula detiene la formación de los cálculos renales.
Fuente : Linda Rodriguez