Una dieta saludable y un programa de ejercicios pueden ayudar a mantener el buen estado de salud de una persona.
La alimentación es vital para evitar enfermedades no transmisibles y debe tener proteínas, grasas, carbohidratos y todos los nutrientes que el cuerpo necesita, pero cada cuerpo es diferente.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la composición exacta de una alimentación variada, equilibrada y saludable estará determinada por las características de cada persona (edad, sexo, hábitos de vida y grado de actividad física), el contexto cultural, los alimentos disponibles en el lugar y los hábitos alimentarios.
Dicho lo anterior, el portal The Objetive reveló que los alimentos más importantes que se deben consumir entre los 20 y los 50 años son:
Proteínas: Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, explicó que la cantidad de proteína que necesita una persona dependerá de las necesidades generales de calorías. Sin embargo, la ingesta diaria recomendada de proteína para los adultos saludables es de 10 a 35 % de sus necesidades calóricas totales. Por ejemplo, una persona que consume una dieta de 2.000 calorías podría comer 100 gramos de proteína, lo que proporcionaría 20 % de su total de calorías diarias.
Potasio: El organismo necesita potasio para casi todo su funcionamiento, incluso para el buen desempeño del riñón y del corazón, la contracción muscular y la transmisión nerviosa, de acuerdo con los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés).
Ácidos grasos como el omega 3: son los componentes básicos de la grasa del cuerpo. Existen dos familias de Ácidos Grasos Esenciales, omega 3 y omega 6, y se conocen así debido a que el cuerpo no puede producirlos por sí solo, de tal manera que se deben obtener de los alimentos, tales como pescado de agua fría, incluyendo el atún, el salmón y la caballa.
Folato: El ácido fólico es una vitamina B y ayuda al organismo a crear células nuevas, según Medline Plus.
Hierro: es un mineral necesario para el crecimiento y desarrollo del cuerpo, para fabricar la hemoglobina, una proteína de los glóbulos rojos que transporta el oxígeno de los pulmones a distintas partes del cuerpo, y la mioglobina, otra proteína que provee oxígeno a los músculos. El cuerpo también requiere de hierro para elaborar hormonas y tejido conectivo, explicaron los NIH.
Calcio: es un mineral presente en muchos alimentos y el cuerpo lo necesita para mantener los huesos fuertes y llevar a cabo muchas funciones importantes.
Vitamina D: Ayuda al cuerpo a absorber el calcio y ambos contribuyen a prevenir la osteoporosis, una enfermedad que hace que los huesos se vuelvan más delgados y débiles y sean más propensos a fracturas, señalaron los institutos.
Fibra: Hay dos tipos de fibra: soluble e insoluble:
1 La fibra soluble atrae agua y la convierte en gel durante la digestión, haciendo que el proceso digestivo sea lento. La fibra soluble se encuentra en el salvado de avena, la cebada, las nueces, las semillas, los fríjoles, las lentejas, las arvejas y algunas frutas y verduras. Se ha comprobado científicamente que este tipo de fibra reduce el colesterol, lo cual puede ayudar a prevenir una cardiopatía.
2 La fibra insoluble se encuentra en alimentos como el salvado de trigo, las verduras y los granos integrales. Este tipo de fibra parece acelerar el paso de los alimentos a través del estómago y de los intestinos, y le agrega volumen a las heces.
De todos modos, antes de consumir algún alimento lo primero que hay que hacer es consultar al médico tratante o a un nutricionista para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas, ya que la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.
Fuente : Ana Arias