Nayib Bukele reiteró que quienes cuestionan su política de seguridad le “temen al poder del ejemplo”.
La política de seguridad del presidente salvadoreño, Nayib Bukele, no ha estado libre de cuestionamientos desde que la puso en marcha en marzo de 2022 como respuesta a un aumento de homicidios. Desde ese momento han sido más de 60.000 los presuntos pandilleros detenidos, en el marco del régimen de excepción.
Su estrategia contra la delincuencia ha centrado la atención tanto de organizaciones internacionales como algunos gobiernos; además de ser noticia durante meses, y no solo en El Salvador o el resto de América Latina, pues son múltiples los artículos escritos desde Estados Unidos hasta el continente europeo.
En esa línea, una controversia se ha desatado entre el mandatario centroamericano y el diario El País de España, tras una publicación titulada ‘El infierno de Bukele en El Salvador: un país sumergido en un Estado policial, sin derechos ciudadanos y bajo censura’.
Tras la publicación de este artículo, las reacciones no se hicieron esperar, siendo el mismo Nayib Bukele una de las personas en pronunciarse para condenar las denuncias hechas en su contra por parte del reconocido medio propiedad del Grupo Prisa de España.
¿Qué respondió Bukele al medio?
“Un titular absurdo que se contradice con su mismo artículo, donde afirma que el 90 % de los salvadoreños aprueban nuestro trabajo (ningún presidente en el mundo tiene una aprobación siquiera similar). En el pasado, ni siquiera un periodista de quinta hubiera firmado un artículo tan absurdo, pero la desesperación es grande”, apuntó el presidente.
En su cuenta de Twitter, Bukele replicó el artículo del diario español y aludió a otro análisis sobre su gobierno difundido también recientemente por un medio altamente influyente en Estados Unidos y el mundo; The Washington Post.
En medio de su cuestionamiento a lo publicado por el diario El País, Nayib Bukele tomó dos fragmentos del texto del diario estadounidense en los que se puede apreciar una serie de datos positivos sobre su mandato al frente del gobierno de El Salvador. Uno de ellos advierte:
“Y este es el problema: no solo los salvadoreños lo aman, políticos y funcionarios desde Honduras hasta Argentina han sido impresionados por el régimen de puño de hierro de Bukele, tentados por el rédito político que pudiera traer implementar las mismas tácticas en sus sociedades plagadas de crimen”.
En esta jornada, el jefe de Estado insistió en su crítica al decir que los periodistas “de (George) Soros” querían que su país regresara a la época en que la criminalidad era una constante.
¿Qué dice el artículo criticado por Bukele?
El artículo, raíz de la nueva controversia, acusaba al gobierno del centroamericano de establecer un “sistema autoritario” con la excusa de frenar la expansión de las pandillas y delincuencia. También lo acusó de mediar para que en la Feria del Libro de Guatemala no circulara Sustancia de hígado, una serie relatos en los cuales la autora, Michelle Recinos, denunciaba presuntos abusos a los derechos humanos.
Según el medio europeo, este pone en relieve “las arbitrariedades cometidas por las autoridades durante más de un año de un estado de excepción impuesto por el mandatario para hacer frente a la violencia de las pandillas que desangraba al país”.
En otro aparte del artículo se lee que es el “recuento de una realidad infernal en un país donde han sido detenidas más de 77.000 personas, se han suspendido las garantías ciudadanas, se ha militarizado la seguridad, han sido denunciadas torturas y desapariciones y la censura se impone como política de Estado”.
Aumentan juicios colectivos a pandilleros
La semana pasada el Congreso salvadoreño dispuso que los presuntos pandilleros detenidos tengan proceso colectivo, lo cual, en otras palabras, equivaldría a que grupos de aproximadamente 900 reclusos enfrenten un mismo juicio.
Así las cosas, se ordena el “sometimiento de imputados a un solo proceso penal por su pertenencia a una misma estructura terrorista o agrupación ilícita y que hayan sido capturados dentro de la vigencia del régimen de excepción”, desde marzo del año pasado, de acuerdo con el decreto aprobado y replicado por AFP.
La “disposición transitoria” recibió luz verde con los votos de 67 legisladores aliados del presidente, Nayib Bukele, de los 84 que integran la Asamblea Legislativa.
No son los únicos cuestionamientos contra Bukele
En medio de las opiniones encontradas que despierta el presidente Bukele al interior y exterior de su país, recientemente también se han conocido otros cuestionamientos en contra del líder que aplica mano dura en El Salvador; uno de ellos provino de Chile, y estuvo a cargo de la escritora e intelectual Isabel Allende.
El reciente pronunciamiento de Allende se presentó en momentos en que, en medio de la tensión que se vive en Chile, algunos sectores políticos se han mostrado abiertamente críticos al actual presidente de ese país, Gabriel Boric, llegando incluso a ver con esperanza el surgimiento de una eventual figura como el presidente salvadoreño, Nayib Bukele.
En su pronunciamiento, la escritora decidió afirmar que Bukele era una suerte de dictador, y señaló que desear el surgimiento de un líder como él en Chile sería desear un contexto como el vivido por su país décadas atrás bajo el gobierno militar de Augusto Pinochet.
La escritora, quien a la vez es sobrina del asesinado y derrocado presidente chileno Salvador Allende, objeto del golpe militar que llevó precisamente a Pinochet al poder durante cerca de década y media, recordó que el paso del uniformado por el mando chileno representó la restricción de derechos civiles y políticos, recordando algunas de sus políticas restrictivas, y el Estado de sitio que implantó.
En declaraciones recogidas por medios internacionales, la escritora Allende afirmó que si bien “en Chile ahora la gente está añorando a un Bukele, yo digo: tengan cuidado. Eso fue Pinochet”.
Para la escritora, en declaraciones a medios locales en España, si bien se puede hablar de un ‘Chile seguro’, bajo la dictadura de Pinochet, “la inseguridad y el terror venían del Estado”.
Fuente : Semana , Johan López