El acuerdo de alto al fuego entre el gobierno de Israel y el grupo terrorista Hamás, incluye la entrega de rehenes israelíes a cambio de prisioneros palestinos.
Ocho de los rehenes que podían ser liberados en la primera fase del acuerdo de tregua entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza están muertos, anunció el lunes David Mencer, un portavoz del gobierno israelí.
“Las familias fueron informadas de la situación”, precisó el responsable en una rueda de prensa. Esto significa que de los 26 rehenes que deben regresar a su país en las próximas semanas según lo estipulado en el acuerdo, sólo 18 siguen vivos.
El 15 de enero Israel y el grupo terrorista Hamás llegaron a un acuerdo de alto a fuego, mediado por Qatar, Egipto y Estados Unidos. Este acuerdo consta de tres fases que podrían lograr un alto al fuego permanente y un plan de reconstrucción de Gaza, zona devastada por la guerra de más de 15 meses, y de donde los habitantes han tenido que desplazarse a otras regiones.
La fase uno consta de una tregua de seis semanas, en la cuales Hamás liberaría a 33 personas que secuestró en el ataque del 7 de octubre, que dio inicio a la guerra. De esta manera, por cada rehén liberado, Israel liberará a decenas de prisioneros palestinos.
También Israel se comprometió a permitir la entrada de más ayuda y combustible a la Franja de Gaza, además de retirarse de las carreteras para permitir que los desplazados vuelvan a su territorio. Casi todos los habitantes de esta región se vieron obligados a abandonar sus hogares debido a órdenes de evacuación que impuso el gobierno israelí, debido a los constates ataques y combates en el terreno.
La fase dos comenzará a negociarse luego de 16 días de la tregua. Esta fase consistirá en “un final permanente de la guerra”, según el expresidente de Estados Unidos Joe Biden, quien estuvo como mediador en esta guerra durante las últimas semanas de su gobierno. Así, se espera que en esta fase, Hamás libere a todos los rehenes restantes y devuelva los cuerpos de los fallecidos a las familias israelíes. A cambio, Israel deberá liberar a los presos palestinos, incluso aquellos que cumplen cadenas largas por atentados mortales.
La última fase se centrará en la reconstrucción de Gaza, aunque este punto no ha sido negociado por las partes, quienes siguen teniendo puntos conflictivos sobre quién gobernará la zona. Israel pretende mantener el control de la seguridad sobre Gaza y se niega a que sea gobernada por Hamás o por la Autoridad Palestina. Por su parte, el grupo terrorista Hamás teme que Israel retome las actividades hostiles en su contra luego de recibir a los rehenes que sean liberados.
Fuente :Semana
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