La capital de Antioquia registra más de 944 casos durante este año y un promedio de cinco nuevos contagios diarios.
Hay alarma porque la mayoría de afectados son jóvenes entre 20 y 29 años.
La cifra es aterradora: en Medellín, capital de Antioquia, cada día se reportan en promedio cinco nuevos contagios de VIH. En lo corrido de este año, la medición ya supera los 944 casos y se estima que hay un subregistro que podría triplicar estos escandalosos números. El turismo sexual es uno de los detonantes.
En el informe entregado por la Secretaría de Salud de Medellín, también se detalla que el 45 por ciento de los contagiados son jóvenes entre 20 y 29 años. La capital paisa es una de las ciudades con mayor registro de contagios, pero los numerosos casos no son nuevos, vienen creciendo desde el año pasado, cuando en el mismo periodo (de enero a agosto) se registraron 1.023 positivos de VIH. Eso implicaría una leve caída este año, pero faltan los subregistros.
La mayor concentración de casos se vive en las comunas Manrique, Villa Hermosa, Robledo y Aranjuez. Su contagio casi siempre está asociado con las relaciones sexuales sin protección, en las que una persona infecta a otra sin saberlo porque no experimenta ningún síntoma.
Así le ocurrió a una trabajadora sexual de origen extranjero que lleva un año y medio en la ciudad, quien le contó a SEMANA que no tiene claro cuándo contrajo el virus, pero que tal vez fue hace 12 años cuando aún vivía en su país.
“Me sentí desconcertada con esa noticia, porque llegó de repente. Lo primero que me pasó por la mente es que me iba a morir”, aseguró. Cuando migró hacia Colombia se radicó en Cúcuta, pero no recibía las dosis completas de medicamentos y mejor se fue para Bogotá, donde tramitó la residencia legal y pudo acceder a un plan controlado durante seis años.
Dijo que ahora su situación es muy complicada, pues se encuentra en Medellín, lo cual representa hacer varios trámites con el Sisbén para seguir recibiendo los fármacos. Acerca de los riesgos para el desarrollo de su trabajo, manifestó que no considera necesario hacerles ninguna advertencia a sus clientes porque siempre usa preservativo, por lo que nunca les menciona que padece la enfermedad.
“Llevo tres meses sin tomar medicamentos, pero necesito agilizar lo del Sisbén para reanudar el tratamiento, porque no medicarse es como tener la muerte encima”, expresó. Sobre este tema, el director médico de la Fundación Antioqueña de Infectología, el internista e infectólogo Juan Carlos Cataño Correa, dijo que cuando una persona deja de tomar los medicamentos el virus podría adquirir una cierta resistencia, haciendo que estos tengan cada vez menos efectividad.
Aclaró que el VIH es el virus de inmunodeficiencia humana, que deja a las personas expuestas a bacterias, hongos, virus y parásitos con los que normalmente están en contacto. Ya cuando estos pacientes se enferman no tienen VIH, sino sida, que es el síndrome de inmunodeficiencia adquirida, ya que hay otro que es congénito.
El profesional le dijo a SEMANA que una persona con el virus puede pasar entre ocho y diez años sin desarrollar ningún síntoma, por lo que puede contagiar a otras con gran facilidad. Eso provoca que se tengan más de 38 millones de pacientes infectados en el mundo. Lamentó que en Colombia no existan las pruebas de detección masiva, pues esto genera un subregistro y pone en riesgo a las personas con vida sexual activa aunque tengan una pareja estable, ya que desconocen si alguno de los dos es portador del virus.
Aseguró que esta es una enfermedad crónica que requiere tratamiento de por vida, al igual que la hipertensión, y que ya se tienen medicamentos efectivos con efectos secundarios mínimos.
Fuente : Semana , Johan López