El organismo sanitario emitió algunas recomendaciones ante esta amenaza.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un informe sobre los países que resultarán afectados por el fenómeno de El Niño durante los próximos meses. Allí quedó expuesto que Colombia entró en la lista de “alta prioridad para posibles desafíos humanitarios” a consecuencia de las difíciles condiciones climáticas que estará atravesando.
Puntualmente, la OMS señaló que Colombia resultará afectada sobre todo en la región norte a raíz de las altas temperaturas y la sequía. Para clasificar a los países, la OMS usa una metodología llamada “índice de riesgo Inform” y los divide en cuatro grupos: riesgo bajo o muy bajo, riesgo medio, riesgo alto y riesgo muy alto.
Colombia entró dentro de los países que están en alto riesgo Inform y, además, fue resaltado con negrilla. “Los países en negrilla han sido identificados como de alta prioridad para posibles desafíos humanitarios hasta diciembre de 2023″, explicó la OMS.
Más adelante, señaló que el fenómeno de El Niño se asocia “típicamente” con una reducción de las lluvias en las subregiones de América Central y en el norte de América del Sur, una circunstancia que se presenta sobre todo entre junio y marzo.
Además, manifestó preocupación por el hecho de que esas condiciones climáticas de sequía impacten negativamente en la producción agrícola y, con ello, generen un incremento en los precios de los alimentos, lo cual puede golpear con especial fuerza a los hogares más pobres que se arriesgan a circunstancias de inseguridad alimentaria.
Pero los riesgos asociados al hambre no son los únicos efectos de salud pública que podrían afectar a Colombia durante esta temporada, según manifestó la OMS.
“Es probable que los países centroamericanos, junto con Colombia y la República Bolivariana de Venezuela, enfrenten un aumento en las necesidades de salud. Estos incluyen el aumento de la desnutrición debido a la reducción de los rendimientos agrícolas; un mayor riesgo de dengue y otros arbovirus (como chikungunya y Zika) entre julio y septiembre, cuando las condiciones secas pueden aumentar los criaderos de mosquitos Aedes a través de un mayor almacenamiento de agua alrededor de los hogares, y las temperaturas más altas reducen el período de incubación extrínseca de los virus”, apuntó el organismo sanitario.
En efecto, Colombia ha tenido que enfrentar un brote especialmente pronunciado de dengue en los últimos meses y, según las cifras más recientes del Instituto Nacional de Salud (INS), este año las autoridades ya han confirmado 44 muertes por esa enfermedad viral. A su vez, se han registrado más de 62.000 casos nuevos en lo que va de este año (con datos hasta el pasado 29 de julio).
De otro lado la OMS también indicó que estas condiciones de sequía también podrían tener un efecto negativo en la disponibilidad y los precios del agua, que a su vez podría hacer que la situación humanitaria sea aún más compleja. Más aún, porque indicó que en la zona norte de Colombia y Venezuela hoy ya existen múltiples necesidades insatisfechas por parte de poblaciones vulnerables.
Durante los meses en los cuales las temperaturas seguirán aumentando, la OMS teme que haya un incremento en las dificultades que tienen algunos pacientes para acceder a su derecho a la salud.
Por ejemplo, mencionó que las personas que han sido diagnosticadas con enfermedades crónicas y requieren tomar medicamentos a diario podrían tener más riesgos de que su estado de salud empeore. Esto también podría afectar a los niños y los adultos mayores.
“Otras partes de América Central y el Caribe también correrán el riesgo de precipitaciones inferiores a la media, pero se considera que es menos probable que requieran una respuesta humanitaria internacional. Estos incluyen Costa Rica, Panamá y Trinidad y Tobago”, agregó la OMS
Fuente : Semana , Linda Rodríguez