Este paisa fue el encargado de abrir el concierto en Boston de Juan Luis Guerra en el Agganis Arena en 2019.
Calmar a su bebé bailando Chichi Peralta fue la mejor estrategia que encontró Diana Marcela Orozco con su hijo Nicolás, quien nació hace 23 años en Medellín.
Junto a su esposo, Jorge Humberto González, se acostumbraron al ruido, porque el pequeño, apenas gateando, usaba las ollas de la cocina como instrumentos musicales.
Esta pareja, compuesta por un médico y una odontóloga, jamás influenció por el camino de las ciencias de la salud a su hijo. Por el contrarió, le cogieron el ritmo a sus gustos. Lo llevaban juntos a clases de música, salían corriendo de cirugía para llegar a las presentaciones, lo ayudaban a escoger las mejores pintas y siempre tenían lista la cámara.
“Desde que tengo memoria, hay música en mi vida”, dijo Nico
Para convertirse en músico, compositor y productor, desde muy pequeño empezó a estudiar técnica vocal, teoría musical, guitarra, piano, saxofón y escribió sus primeras canciones.
Las partituras de su vida, cada vez se entonaban más. En el año 2012 fue seleccionado como vocalista y guitarrista de la banda musical de una reconocida marca de ropa, con la que realizó exitosas giras por Colombia, Ecuador, Costa Rica, República Dominicana y México.
“Lo que más me influenció para ser músico fue la experiencia que tuve cuando tenía 12 años. La marca de ropa se inventó una banda de rock como campaña de marketing. Ahí me di cuenta de que quería estar de lleno en la música”, recalcó González, quien hizo parte de ese proyecto hasta 2015.
Su sueño en una banda juvenil fue el paso para grabar sus primeros sencillos y lanzarse como solista. Con 15 años de formación y trabajo duro, Nico fue uno de los jóvenes seleccionados para estudiar, con una beca parcial, Music Production and Engineering y Contemporary Writing and Production en Berklee College of Music, en Boston, Massachusetts. Una de las universidades de música más importantes del mundo.
“Estaba en 11 y me presenté a la prestigiosa universidad. La conocí en Bogotá tras unas capacitaciones de esa institución educativa. Tiempo después me llamaron para decirme que no solo me aceptaban, sino que me daban una beca parcial”, comentó orgulloso.
Y aunque hasta ese momento de la historia todo parecía estar afinado en su vida, el ruido de lo económico empezó a sentirse. Sus papás, con gran esfuerzo, lograron solventarle la otra parte que no recibía por la beca y aspiró de nuevo a un incentivo económico. Hizo de su talento su argumento más grande para conseguir lo que necesitaba.
En el verano de 2018 tuvo la oportunidad de ser ganador nuevamente de dos becas Tuition Assistance de los Latin Grammys, para continuar con sus estudios en Berklee.
Estudiar con esos beneficios obtenidos no era suficiente. Aspirando a más, creó con sus amigos y compañeros una banda para seguir moviéndose como artista y se hicieron famosos en el claustro educativo, al punto que llegó una convocatoria para abrir el concierto de Juan Luis Guerra en el Agganis Arena, que dio inicio al tour del artista por Estados Unidos y fueron seleccionados.
“Ahí pisé por primera vez un escenario gigante. Fui muy feliz porque saludé y conocí a una de mis más grandes influencias”, resaltó y agregó.
“Me escuchó y me dijo que iba por muy buen camino porque si le llamaba la atención a él y su banda, llegaría lejos”, palabras que guardó como su frase de batalla y que está cumpliendo a cabalidad.
Tan lejos ha llegado, que a principios de 2021 fue elegido como teclista y guitarrista rítmico de Camilo y para compartir escenario con Dani Martin, Pablo Alborán y Nicky Nicole o ser asistente de ingeniería de artistas como Diego Torres, Carlos Vives, Alejandro González, Las Villa y Yotuel.
“Quise consolidar mi aprendizaje como productor e ingeniero y me mudé a Miami a probar suerte. Recibí una llamada, porque necesitaban a alguien que tocara teclados, guitarra y supiera de producción y computadores para el show de Camilo, así se dio todo”, recuerda.
Asegura que de todos los artistas con los que ha compartido, Alejandro Sanz y Carlos Vives lo han marcado de una manera más especial
“Soñaba conocerlos y lo manifesté en mi cabeza, pero pensé que se daría más tarde. Compartir escenario con ellos fue increíble Son grandes personas”, puntualiza y agrega que además de ellos soñaría con trabajar al lado de Fonseca, Andrés Cepeda como productor y compositor.
Con el intérprete de Vida de rico, Tutu o Índigo tuvo un clic inmediato.
“La primera impresión que tuve de Camilo es que es muy sabio y tenía en claro lo que quería hacer. Nuestras giras eran gigantes, lo que para muchos era impensado por ser tan joven”, dijo del esposo de Eva Luna.
En los conciertos de Camilo, Nico se ubica a la derecha del escenario, tocando los teclados, guitarra, y moviéndose entre un montón de instrumentos. A veces incluso baja del escenario al lado de Echeverry a bailar bachata.
“Tuve que aprender mucho. Camilo y su equipo son personas tranquilas y sabias”, recalcó.
Se autodenomina un creador de música y quiere que esa creatividad se materialice en el lanzamiento de su música para que sus canciones lleguen cada vez a más personas.
Se siente privilegiado porque, aunque ha sido arduo el camino de preparación y experiencia, no le ha tocado como a otros colegas cantar en teatros, bares u otras plataformas.
Por eso, a aquellos que ven difícil la meta, Nico les recomienda estudiar, tener una pasión y volverse bueno con la preparación.
“Ser una persona agradable, alegre que abra puertas. No se trata esta industria de quien es el mejor, sino de amistad, buena energía, los equipos de trabajo. Vivir la música con alegría”, aconseja este joven que también trabaja como ingeniero de mezcla, cuya cumbre la alcanzará cuando sea nominado o se gane un Latin Grammy.
Fuente : María Arias