El hijo del mandatario afronta cargos fiscales menores, por un lado, y pretende evitar el enjuiciamiento por un cargo separado de armas.
Este martes 20 de junio, el diario The New York Times reveló el acuerdo que firmará el hijo del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, con el Departamento de Justicia.
Según el periódico, Hunter Biden afronta cargos fiscales menores, por un lado, y pretende evitar el enjuiciamiento por un cargo separado de armas. A este punto habría llegado luego de negociar varios meses con su equipo legal y los fiscales federales. El hijo del presidente no pagó sus impuestos correctamente entre 2017 y 2018.
A cambio de esta negociación, el Departamento de Justicia no lo procesaría por la compra de un arma de fuego en 2018 durante un período en el que consumía drogas. “El acuerdo dependería de que Biden permanezca libre de drogas durante 24 meses y acepte no volver a poseer un arma de fuego nunca más. El acuerdo aún debe ser aprobado por un juez federal. Se espera que el Sr. Biden comparezca ante un tribunal federal en Delaware en los próximos días para ser procesado por cargos fiscales menores y declararse culpable”, dice The New York Times.
Por tal motivo, Donald Trump, expresidente del país norteamericano, cuestionó el acuerdo, debido a que considera que se han saldado acusaciones graves “como una simple multa de tráfico”. Además, agregó en su red social que “nuestro sistema está roto” y trató de “corrupto” al Departamento de Justicia.
El expresidente considera que el acuerdo echa por tierra “cientos de años de responsabilidad penal” para Hunter Biden, que en principio no tendrá que entrar en prisión gracias a declararse culpable de varios delitos fiscales y de aceptar ciertas condiciones a cambio del archivo de una acusación por posesión ilegal de armas.
Hunter, ‘la oveja negra’ de los Biden
Desde que Joe Biden inició de manera activa sus aspiraciones de ser presidente, ha tenido a su familia como su mayor fortaleza, aunque también esta significa un gran talón de Aquiles para el ataque sin piedad de sus opositores ante los evidentes escándalos.
A favor, tiene una trágica historia, ya que en 1972, su primera esposa, Neila, y su pequeña hija, Naomi, murieron en un accidente automovilístico, algo que marcó su vida para siempre, según él.
Pero muchos años después, la tragedia volvió a tocar la casa de Joe Biden, cuando su hijo primogénito, Beau, falleció de un tumor cerebral en 2015. El primer hijo del ahora presidente prestó servicio militar, renunció a las universidades de élite para estudiar en la misma institución que su padre y había sido fiscal general de Delaware. Parecía el heredero perfecto y “una versión mejorada” del mandatario, como él mismo decía.
Hunter, el segundo varón de Biden, tiene un oscuro historial que lo persigue hasta hoy en día. Acusaciones de corrupción y negocios fraudulentos, fue adicto al alcohol y las drogas, supuestos hijos ilegítimos, dado de baja de la Armada y hasta tuvo una aventura con la viuda de su hermano. Todo eso lo ha llevado a ser el blanco perfecto para los ataques contra el Gobierno y, esta semana, la Cámara de representantes anunció una investigación contra él y su familia.
La comisión del Congreso envió una petición al Departamento del Tesoro pidiendo información acerca de transacciones financieras de la familia Biden que tienen a Hunter como principal sindicado de las operaciones que figuran como sospechosas de poder ser ilegales.
“Ahora que los demócratas no tienen control unipartidista en Washington, llegará la supervisión y la rendición de cuentas”, dijo el congresista republicano James Comer, líder del grupo que investigará las acciones
El problema que aqueja a Joe Biden y a Hunter, esta vez tiene que ver con el escándalo de Burisma Holdings, una empresa ucraniana de gas natural que contrató al hijo del entonces vicepresidente para que hiciera parte de su consejo administrativo, a pesar de que no tenía ninguna experiencia en el sector energético y que con el pasar de los años, ha ido levantando varias investigaciones por su actuación.
Fuente : Semana , Johan López