El nuevo gobierno nacional debe, sin duda, continuar con el proceso de ayuda a los migrantes para que este sea seguro y solidario.
La migración de venezolanos a Colombia es un tema que considero requiere un análisis profundo desde diferentes aristas de la sociedad, especialmente en la coyuntura actual con la reapertura de la frontera con el vecino país.
Es por esto que la situación de los migrantes venezolanos fue motivo de dos estudios de nuestra Universidad del Rosario: el Estudio de percepción frente a los migrantes en Colombia y el informe El reto de la integración: Desafíos y oportunidades de la gestión migratoria en Colombia 2022 – 2026.
El 65 % de los migrantes venezolanos llevan más de 3 años viviendo en Colombia y 62 % piensa quedarse en el país de manera indefinida para construir su proyecto de vida.
Ellos ven en Colombia oportunidades de crecimiento y desarrollo para sí mismos y sus familias, según el Estudio de percepción frente a los migrantes en Colombia, realizado por nuestra Universidad del Rosario y aliados estratégicos, y que arrojó resultados muy interesantes frente a la migración en el país.
Además, de acuerdo con el informe El reto de la integración: Desafíos y oportunidades de la gestión migratoria en Colombia 2022 – 2026, realizado por el Observatorio de Venezuela de nuestra Universidad del Rosario, de los 6.8 millones de venezolanos que han emigrado en los últimos años, nuestro país ha recibido 36.41% (cifras a agosto 2022).
Lo anterior demuestra que Colombia se ha convertido en el principal destino de gran parte de los migrantes, pues del porcentaje mencionado, solo Bogotá ha recibido 495 mil, población que supera la de ciudades como Pereira y Pasto.
Sin duda alguna, la amplia frontera de nuestro país con Venezuela ha tenido una gran implicación en la migración, pues el 78% de los migrantes ingresaron por las trochas que dividen ambos territorios.
Su principal razón para migrar es, para el 87%, la situación económica de Venezuela; y la solidaridad de los colombianos ha sido un factor determinante para su ingreso y permanencia, como lo demuestra el Estudio de percepción frente a los migrantes en Colombia.
El 65% de los encuestados en 11 ciudades manifestó que lleva más de tres años viviendo en nuestro país, el 62% piensa quedarse en Colombia y el 55% definen la alegría y la esperanza como sus emociones dominantes (55% y 35%, respectivamente).
Con relación a las instituciones que les generan mayor confianza a los migrantes, ocupan los primeros lugares: la familia, con un 84%; Migración Colombia, con un 53%; la Iglesia, con un 52%; la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) con un 38%; las personas del municipio en donde viven, con un 37%; el ICBF, con un 37%; y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) con un 35%. Lo anterior justifica, en alguna medida, la decisión de muchos de decidir quedarse en nuestro país y no regresarse a Venezuela.
Otro de los aspectos importantes evidenciados en la encuesta es la regularización de los migrantes. Frente al tema, 77% de los encuestados afirma saber qué es el permiso por protección temporal y, de esta población, 65% cuenta con este. De las personas que lo adquirieron, 71% lo califica como una muy buena herramienta. Además, cuando se analiza el estatus migratorio de los encuestados, se evidencia un porcentaje alto de personas en condición regular, con el 57%. Sin embargo, llama la atención que el 13% menciona estar en condición irregular y el 12% en proceso de regularización.
El nuevo gobierno nacional debe, sin duda, continuar con el proceso de ayuda a los migrantes para que este sea seguro y solidario. Pero, para lograrlo, se debe acompañar de un proceso pedagógico para todos los colombianos misión en la que el Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario ha contribuido.
La migración nos deja varias enseñanzas, pues, si bien nuestro país no estaba preparado para la magnitud de esta migración, la solidaridad que han demostrado tanto los entes gubernamentales como la población en general, ha sido testimonio para el mundo y un ejemplo de respeto a la dignidad humana.
Fuente: Maria Arias