Esta planta cuenta con múltiples beneficios y se le puede sacar provecho a varias partes.
La moringa oleífera es una planta conocida como milagrosa. Tiene otros nombres como árbol de la vida, del aceite o del rábano picante. Se usa principalmente para beneficios medicinales y de salud.
Además, presenta una serie de características que hacen de ella un importante aliado en el sector de la nutrición y la seguridad alimentaria. Es considerada como un componente nutricional de refuerzo, económicamente sostenible y saludable para las personas con desnutrición o deficiencia de micronutrientes.
Esta especia es nativa de la India, pero también es ampliamente cultivada en otros países de Asia, África y América del Sur. Sus principales propiedades son las vitaminas y minerales en su interior, aunque no debe ser un producto implementado a la ligera.
Medical News Today señala que los compuestos presentes en la moringa son:
Vitamina A, tiamina, riboflavina, niacina, folato, ácido ascórbico, calcio, potasio, hierro, magnesio, fósforo, zinc, bajo nivel de grasas y no contiene colesterol dañino.
El informe Moringa oleífera: Un aliado en la lucha contra la desnutrición señala que pueden consumirse sus hijas maduras, sea de forma cruda como en aguas hervidas. Sin embargo, no hay que dejarlas tanto tiempo al calor, debido a que las altas temperaturas son capaces de destruir la vitamina A. El sabor varía en función de la variedad de Moringa. Las más verdes son menos amargas que las rojas.
Por otro lado, las hojas secas deben ser trituradas. Pueden incorporarse a otros alimentos, emplearse como salsa añadiendo agua o tomarse en infusión. El polvo de hojas secas se puede utilizar para el lavado de manos tal. Del mismo modo, las raíces son beneficiosas para el organismo.
Estas pueden ser recogidas cuando el árbol tiene cierta edad y aproximadamente 60 centímetros de altura. Se consumen crudas y tienen un sabor picante, similar al rábano. La corteza de la raíz puede ser toxica si se consume en gran cantidad, y no es recomendable para las embarazadas por sus propiedades abortivas.
Las ramas se pueden usar como combustible una vez aprovechadas las hojas y semillas o flores. Por otro lado, las semillas pueden consumirse tiernas y hervidas en agua (similares a los garbanzos) o secas y tostadas (como los cacahuetes). El aceite hecho a partir de estas semillas se emplean para reducir la grasa abdominal, fabricar jabones y como aderezo para los alimentos. También contiene elementos hidratantes y desintoxicantes, que potencian la piel y el cabello. Igualmente, es positivo para proteger el cabello contra los radicales cambios, mantenerlo saludable y protegido.
Las flores, que son fuente importante de calcio y potasio, deben ser cocinadas antes de ser comidas. Pueden ser cocidas, fritas o agregarse a otros platos. El sabor es similar al de algunas setas, como los champiñones.
En asuntos de salud, el primer beneficio es tratar un edema. Estas infecciones tienden a ser dolorosas y acumulan líquido en los tejidos del cuerpo. Al poseer propiedades antiinflamatorias, la especia impide el desarrollo del edema y la elimina con naturalidad.
Otro aspecto positivo es la protección que le da al hígado. Cuando este órgano se ve afectado por causa de medicamentos antituberculosos, la moringa es capaz de restablecer los daños presentes. Del mismo modo, los extractos del árbol cuentan con propiedades que evitar el desarrollo cancerígeno, debido a que la niazimicina le hace frente a las células cancerosas.
Si una persona tiene molestias estomacales, consumir esta especia también es recomendable. Este producto ayuda a los trastornos relacionados con el sistema digestivo, tales como la constipación, gastritis o colitis ulcerosa. Sus propiedades antibióticas y antibacterianas evitar el crecimiento de las bacterias responsables de estas patologías, sumado a que la vitamina B mejora la digestión y absorción de alimentos.
Fuente : Semana , Johan López