Impulsar acciones en beneficio de las comunidades ubicadas en nuestros entornos de operación es una labor sensible y un ejercicio de empatía.
Para la mayoría de las empresas, esta época es de balances, definición de nuevas metas y visualización de futuros desafíos. Es también un momento de reflexión sobre el aporte que hacemos a la sociedad. Entonces, es probable que surja la pregunta ¿cuánto le estamos sumando a Colombia y cuál es nuestro valor empresarial más allá de las cifras financieras?
Además del crecimiento económico, el impacto de nuestra contribución debe ser proporcional a nuestra capacidad de estar sintonizados con las necesidades del país, por ejemplo, a través de esfuerzos en materia de responsabilidad social y sostenibilidad. Ningún negocio es próspero si su entorno no lo es.
Impulsar acciones en beneficio de las comunidades ubicadas en nuestros entornos de operación es una labor sensible y un ejercicio de empatía, que nos permite ocupar un lugar en el corazón de las personas cercanas a nuestras actividades. Por ejemplo, con la asistencia humanitaria ante condiciones climáticas complejas, priorizando la contratación de mano de obra local u ofreciendo alternativas sostenibles de generación de ingresos a las comunidades a través de proyectos productivos.
La encuesta de Arquitectura Social Estratégica de la ANDI y Cifras y Conceptos nos ilustra con algunas cifras: $7.7 billones invertidos en proyectos de filantropía, responsabilidad social, empresarial y voluntariados entre 2020 y 2021. Esto evidencia que el sector empresarial colombiano entiende que, la única forma de crecer de manera sostenible es precisamente a través del compromiso con el desarrollo social y económico de las regiones.
Como empresas, no podemos darle la espalda a las necesidades del entorno. Por eso nos comprometemos con acciones y hechos que van más allá de nuestras responsabilidades habituales. En Terpel, nos reconocemos y definimos como un aliado país que se suma a las soluciones en momentos de adversidad y se involucra en la agenda de transformación social.
De la mano de los gobiernos locales, acompañamos a Colombia a enfrentar desafíos de distinta índole. Hace algunas semanas, el puente sobre el río Ariporo que conecta los departamentos de Arauca y Casanare colapsó, dejando incomunicada a esa región del país. De inmediato buscamos una solución logística, creativa y eficiente para enviar vehículos desde la planta en Tocancipá a través de la Ruta Libertadora (que tarda dos días atravesando Boyacá y Casanare) con el fin de evitar que por falta de combustible la región se quedara sin luz y ocurriera una emergencia humanitaria.
Nuestra declaración de Aliado País, la honramos con hechos y acciones que tienen un impacto relevante en la construcción del tejido social, o que son apremiantes, como el caso del puente sobre el río Ariporo.
Así mismo, materializamos esta declaración con el apoyo de aliados como la Fundación Unidos Para Sonreír, la Cruz Roja, el Banco de Alimentos de Colombia y la Patrulla Aérea Civil Colombiana para llegar donde otros no llegan.
Quiero destacar nuestro aporte a través de la Fundación Terpel para mejorar la calidad de la educación en Colombia. Tenemos la certeza de que la educación es un medio privilegiado para cerrar las brechas sociales y económicas y desde luego, para la construcción de una sociedad en paz, basada en principios de convivencia, solidaridad, justicia y equidad. Con la Fundación Terpel hemos beneficiado a más de un millón y medio de personas en los 32 departamentos. Con programas de alto impacto fortalecemos las habilidades en lenguaje, matemáticas y liderazgo en niños y jóvenes desde Providencia hasta Leticia.
Hoy, más que nunca, las empresas tenemos la oportunidad de ver y hacer las cosas de forma diferente; entender de manera más integral nuestra relación con el entorno, y redefinir el concepto de desarrollo para llevarlo a niveles superiores de inclusión. En esta época de cierres y nuevos proyectos, los invito a revisar su corresponsabilidad y el alcance de su compromiso con los retos más urgentes de Colombia, para que, juntos, demos un paso adelante hacia un país más equitativo y solidario.
Fuente : El Tiempo , Johan López
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