Se trata de una modalidad de apoyo al campesino para que pueda tener acceso a capital de trabajo, a través de créditos bancarios abrigados por la administración municipal que, además, abre un programa de comercialización.
Un novedoso programa se está desarrollando en Yopal denominado ‘Créditos conucos’, dirigido a la financiación de unidades productivas rurales, que consiste en apoyar al pequeño empresario trabajador del campo para que produzca, además del autoconsumo, excedentes que pueda sacar a los mercados e integrarse de esta manera a la economía local.
Boyacá Sie7e Días dialogó con el secretario municipal de Desarrollo Económico, Rodrigo Alberto Chaparro Gómez, quien explicó que, para cimentar el programa ‘Créditos conucos’ se ha celebrado un convenio con el Banco Agrario, destinado a atender, en su primera etapa, los créditos para financiar 19 líneas de producción a 450 campesinos de Yopal, donde, además, se incluye la ganadería lechera. Se busca que el labriego pueda tener en pequeños espacios tres o cuatro vacas que produzcan la leche que necesita su familia y que pueda ofrecer al mercado el excedente en lácteos elaborados.
Dijo el funcionario que esto se puede lograr en pequeñas porciones de tierra, con áreas de producción forrajera, mejorando las razas y programando planes de reproducción.
Chaparro Gómez destacó también la puesta en marcha de la Agencia de Desarrollo Rural, que entró a operar en Yopal por medio de la secretaría a su cargo, impulsando cada una de las etapas del proceso productivo, con el fin de dinamizar el potencial agropecuario de la capital del departamento.
Con este programa se llegó el año pasado a 11 corregimientos del municipio y se logró mejorar la productividad y sostenibilidad del sector agropecuario, mediante capacitaciones a los productores en cinco enfoques establecidos por la ley, como el desarrollo de capacidades humanas y sociales integrales y la capacidad de fortalecimiento a la asociatividad.
El reto, según el funcionario, es impulsar la producción agropecuaria de manera sostenible y sustentable, por medio de un plan que permita, a través del esfuerzo de los campesinos, ganaderos y trabajadores rurales, impulsar una economía sustitutiva de la industria de los hidrocarburos, que si bien los beneficios han servido para apalancar el progreso que hoy instala a Casanare como un modelo de crecimiento urbanístico, económico y social, igualmente ha puesto en juego la estabilidad ambiental, el cambio del paisaje y las costumbres ancestrales.
Fuente : Boyacá Noticia
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