Es importante prestar atención a los síntomas y acudir inmediatamente a un centro médico.
El tromboembolismo venoso (TEV) es una afección que también es conocida como “coágulos de sangre”. Es importante comprender que padecerla puede ser muy grave y puede poner en riesgo la vida de las personas.
Esta afección es un coágulo de sangre que sucede en una vena profunda, especialmente en la parte baja de las piernas, los brazos o la pelvis. Lo grave de esta afección es que puede presentarse sin síntomas. Cuando se manifiestan incluyen: hinchazón, dolor y enrojecimiento de la piel.
En caso de sospechar de estos síntomas, lo recomendable es acudir inmediatamente a un centro médico para recibir la atención profesional correcta y evitar complicaciones de salud. Si no es tratada oportunamente, el coágulo puede romperse y pasarse a los pulmones, pudiendo causar una embolia pulmonar. Los síntomas de esta última son falta de aire y problemas para respirar.
“Sin tratamiento, el TEV puede restringir u obstruir el flujo sanguíneo y el oxígeno, lo que puede dañar el tejido o los órganos del cuerpo. Esto puede ser especialmente grave en el caso de una embolia pulmonar, que bloquea el flujo de sangre a los pulmones. Si un coágulo de sangre es grande o hay muchos coágulos, una embolia pulmonar puede causar la muerte”, apuntan los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés).
Cualquier persona puede tener coágulos de sangre. Sin embargo, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) señalan que existen algunos factores de riesgo. Estos son:
Operaciones, es decir, procedimientos quirúrgicos.
Hospitalización.
Embarazo.
Cáncer.
Antecedentes familiares de coágulos de sangre.
Viajes de larga distancia.
“Las pruebas por imágenes, como la tomografía computarizada o las imágenes por resonancia magnética, son útiles para detectar tumores o tejidos irregulares, pero por sí solas no pueden indicar la diferencia entre células cancerosas y no cancerosas. En el caso de la mayoría de los tipos de cáncer, la única forma de dar un diagnóstico es realizar una biopsia en la que se extraen células para un examen más exhaustivo”, agrega Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
Algunos tipos de cáncer solo presentan síntomas cuando están avanzados. Por eso es importante realizar chequeos médicos periódicamente. El Instituto Nacional de Cáncer de Estados Unidos explica algunos de los síntomas que el cáncer puede causar. Cabe resaltar que se debe consultar a un doctor para que sea él quien realice un diagnóstico profesional.
Cambios en los senos
Sentir un bulto o algo sólido en el seno o bajo el brazo.
Cambios o descargas en los pezones.
Piel roja, escamosa, sumida o con hoyos y que da comezón.
Cambios en la vejiga
Dificultad para orinar.
Dolor al orinar.
Sangre en la orina.
Hemorragia o moretones sin una razón aparente.
Cáncer
Según explica la Asociación Americana de Cáncer, existen exámenes por imágenes y análisis de sangre que en algunas cosas pueden indicar o sugerir la presencia de un cáncer. Sin embargo, la biopsia es el examen que más se realiza para conocer con certeza si se tiene o no la enfermedad, especialmente para diagnosticar un cáncer de origen primario desconocido.
Cambios en el intestino
Sangre en el excremento.
Cambios en los hábitos del intestino.
Tos o ronquera que no desaparece.
Problemas al comer
Dolor después de comer (acidez o indigestión que no desaparecen).
Problemas al deglutir.
Dolor de estómago.
Náuseas y vómitos.
Cambios de apetito.
Cansancio grave y que dura tiempo.
Fiebre o sudores nocturnos sin ninguna razón.
Cambios en la boca
Un parche blanco o rojo en la lengua o en la boca.
Hemorragia, dolor o entumecimiento en los labios o en la boca.
Problemas neurológicos
Dolores de cabeza.
Convulsiones.
Cambios en la vista.
Cambios en la audición.
Parálisis facial.
Cambios de la piel
Un bulto de color carne que sangra o que se vuelve escamoso.
Un nuevo lunar o un cambio en un lunar ya existente.
Una irritación que no sana.
Ictericia (volverse amarillos la piel o el blanco de los ojos).
Hinchazón o bultos en cualquier parte como el cuello, las axilas, el estómago y las ingles.
Subir o bajar de peso sin una razón conocida.
La Asociación Americana de cáncer explica que la mayoría de signos o síntomas no son causa de cáncer, sino otras afecciones. Por eso, es importante que en caso de presentarlos se acuda a un médico, para que este realice los exámenes correspondientes y brinde un diagnóstico profesional.
Fuente ; Salud , Maria Arias