La explicación de que el hombre tendría problemas de salud mental no fue atenuante para recibir una pena más breve.
Un hombre que estrelló su vehículo deportivo contra un desfile de Navidad en Wisconsin, matando a seis personas el año pasado, fue sentenciado este miércoles 16 de noviembre a cadena perpetua, sin posibilidad de libertad condicional.
En octubre, un jurado halló a Darrell Brooks, de 40 años, culpable de múltiples cargos por homicidio intencional en primer grado, imprudencia peligrosa y fuga, luego de un juicio de tres semanas.
Brooks recibió la cadena perpetua obligatoria en una audiencia de sentencia de dos días en la ciudad de Waukesha en Wisconsin, una metrópoli de cerca de 1,7 millones de habitantes, donde ocurrió el atropellamiento en noviembre de 2021.
Brooks enfiló su camioneta roja contra los músicos, bailarines y niños que desfilaban a lo largo de una avenida central de Waukesha, sin reducir la velocidad, ni intentar evitarlos.
“Francamente, se lo merece”, dijo la juez Jennifer Dorow a Brooks, que golpeó con su vehículo a 68 personas en total.
“Hay muchos factores agravantes, aquí francamente es difícil incluso hacer seguimiento de todos”, dijo la juez.
La juez citó el “total desprecio por la vida de los demás”, un historial criminal previo y una “completa y absoluta falta de remordimiento”.
El martes varias víctimas testificaron sobre su trauma y sufrimiento luego de ser impactadas en el atropellamiento.
En su defensa, la madre de Brooks alegó que su hijo tenía problemas psiquiátricos y abogó por darle tratamiento en una institución.
El mismo Brooks, en un discurso incoherente, dijo que lo sentía y que no entendía por qué hizo lo que hizo.
“Usted puede tener sus propios problemas mentales, ya sea un trauma infantil bipolar, o cosas de ese estilo. Pero la conclusión es que nada de eso causó lo que hizo el 21 de noviembre de 2021″, dijo la juez.
Brooks ya había sido arrestado en el pasado en varios estados, incluso por agresión y violencia doméstica.
Cuando fue declarado culpable, días antes, una persona del público le gritó “¡arde en el infierno!”, después de que se empezara a leer el veredicto de culpabilidad y antes de ser expulsada de la sala.
Cuatro mujeres, un hombre y un niño de 8 años murieron en la arremetida, mientras que docenas de personas que miraban o hacían parte del desfile resultaron herida.
Durante el juicio, la actitud de Brooks fue motivo de controversia por el poco interés que mostró frente a los testimonios de los familiares de las víctimas y por actitudes que demostraban el poco remordimiento frente a sus propias acciones.
En algunos momentos del juicio, Brooks interrumpió varias veces y tuvo que ser trasladado a otra sala.
Fuente : Linda Rodriguez
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