El colágeno es el componente más abundante de la piel y de los huesos y cubre un 25 % de la masa total de proteínas en los mamíferos.
La importancia del colágeno para el cuerpo es fundamental, no solamente en el sentido estético, sino también estructural. El colágeno es una proteína que forma fibras y de este modo es un componente fundamental de muchas estructuras internas del organismo, por eso muchas veces es conocido como el “pegamento del cuerpo”.
En cuanto a las articulaciones, el colágeno se vuelve un componente fundamental. Muchas veces las personas que sufren de dolor de rodillas, podrían estar viviendo una falta de esta proteína, en especial cuando se trata de quienes tienen más de 25 años.
La falta de colágeno puede sospecharse a través del estado de la piel, la aparición de arrugas y la flacidez, podrían ser indicadores de que falta colágeno, al igual que la presencia de dolor en las articulaciones.
La importancia del colágeno
El colágeno es el componente más abundante de la piel y de los huesos y cubre un 25 % de la masa total de proteínas en los mamíferos, aporta resistencia y al mismo tiempo flexibilidad a la piel y los huesos, así como a los tendones, los ligamentos, los cartílagos e incluso los músculos.
El aporte del colágeno llega incluso a los vasos sanguíneos, a los discos intervertebrales, a la córnea, al cuero cabelludo, los dientes y las encías.
Disminución del colágeno
De manera natural, con el paso de los años, el organismo elabora menos colágeno, el efecto del descenso en la producción es visible estéticamente a través de la piel. Internamente, podrá notarse también en los huesos.
A partir de los 25 a 30 años, los niveles del colágeno en los seres humanos empiezan a reducirse. Existen distintos tipos de colágeno, son en total 29, el más común es el tipo 1, que es el que encontramos en la piel, en los vasos, en los ligamentos e incluso en el pelo.
Dieta
La dieta es un factor fundamental para aportar a la producción de colágeno y son muchos los alimentos que se recomiendan para estimular su producción, como los pescados blancos, los huevos, las verduras de hoja verde, el caldo de huesos, la gelatina, los frutos secos, entre otros.
De acuerdo con el diario argentino El Clarín, hay dos frutas fundamentales que aportan a la producción de colágeno y además actúan como antioxidante.
Las manzanas frescas son excelentes en ese sentido, gracias a su cantidad de vitamina C, un componente importante a la hora de formar el colágeno del tejido conectivo. El consumo frecuente de manzana además permite mantener en buen estado los vasos capilares y sanguíneos y aporta a la absorción del hierro.
Otra fruta que gracias a su cantidad de vitamina C se recomienda a la hora de fortalecer el colágeno es el kiwi, que además ofrece una buena dosis de fibra.
La fruta que aumenta el colágeno, reduce el colesterol y equilibra el azúcar
La mejor arma para prevenir diversas patologías, incluidas las que se mencionaron anteriormente, es llevando una alimentación sana y equilibrada que contenga alimentos de todos los grupos en las cantidades adecuadas para cada paciente; además es importante tener una rutina de entrenamiento acorde para la edad y las condiciones físicas de cada paciente y dormir el número de horas adecuadas durante la noche.
Es crucial mencionar que las arrugas o líneas de expresión hacen parte de un proceso evolutivo normal del ser humano; sin embargo, cuidar la piel y el cuerpo en general, harán que este proceso surja de manera normal y en el tiempo previsto.
Por su parte, La República en su sección de salud y cuidado personal menciona las propiedades de la pera y reafirma la importancia del consumo de este alimento de manera habitual, ya que contiene grandes cantidades de vitamina C, este nutriente es el principal precursor del colágeno. Además, tiene un alto contenido de fibra que previene la diabetes y el aumento de colesterol en la sangre.
Una de las razones por las que se sugiere su ingesta es porque la pera es una excelente fuente de fibra dietética, especialmente fibra soluble, que es altamente eficaz para reducir los niveles de colesterol LDL, conocido como el “colesterol malo”. La fibra soluble se disuelve en agua y forma una sustancia gelatinosa en el tracto digestivo que ayuda a eliminar el exceso de colesterol del cuerpo. Al incluir peras en la dieta, puede aumentar su ingesta de fibra y mejorar el perfil de lípidos en la sangre.
Además, esta es una fruta baja en calorías y grasas saturadas, lo que la convierte en una opción saludable para aquellos que desean controlar su peso y mantener niveles de colesterol saludables. Al reemplazar alimentos ricos en grasas y calorías con peras, puede mejorar la dieta y promover una buena salud cardiovascular.
Otra de las grandes propiedades que tiene esta fruta es que tiene un alto contenido de agua, lo que ayuda a mantener el cuerpo hidratado y favorece un adecuado funcionamiento del sistema digestivo. Una buena hidratación es esencial para el metabolismo saludable del colesterol y la eliminación de toxinas del cuerpo. Además, la fibra presente en las peras también es beneficiosa para mantener un sistema digestivo saludable y prevenir problemas como el estreñimiento.
Fuente : Semana , María Arias