• Lun. May 13th, 2024

Al parecer este gobierno quiere pasar a la historia no por la ‘paz total’, sino por el desgobierno total, el cual debería ser el verdadero eslogan de la actual administración.

Fue un hecho sumamente desafortunado el que el presidente Petro anunciara un cese bilateral del fuego y de hostilidades con el ELN, no solo porque no existía un acuerdo previo con ese grupo guerrillero, sino porque una vez más salió a relucir la falta de articulación y comunicación que existe en el Gobierno.

Cuando una negociación de este talante empieza mal, por lo general termina mal. En eso ya tenemos experiencia como país. Basta solo recordar el acto inicio de las negociaciones de paz entre las Farc y el gobierno de Andrés Pastrana, el cual también estuvo lleno de sinsabores desde el principio.

A esa cita acudieron todos los invitados excepto uno, Manuel Marulanda Vélez, líder en ese momento de la guerrilla de las Farc, que tenía un papel vital, fundamental en las negociaciones. El presidente de la República de entonces, Andrés Pastrana, como consecuencia de ese desplante fue objeto de toda suerte de burlas y de críticas, pues había dado inicio a un proceso en el que el Gobierno nacional estaba haciendo todas las concesiones, sin que la contraparte quisiera hacer al menos una, al punto de que su líder natural no participara en esa, una de las reuniones más importantes

Algo similar presenciamos los colombianos hace pocos días cuando el presidente Petro anunció con bombos y platillos el cese al fuego bilateral y de hostilidades con la guerrilla del ELN por un periodo de seis meses. De nuevo se inicia una negociación en la que el Gobierno está dispuesto a hacer todas las concesiones, pero la contraparte no.

El ELN, posteriormente, haciendo quedar a Petro como a un idiota, emitió un escueto comunicado en el que manifestaba que no había discutido con el Gobierno ningún acuerdo en materia de cese al fuego bilateral. Eso solo muestra dos cosas: la primera, que al Presidente no le informan la verdad, lo cual de entrada es gravísimo, y la segunda, que si existió un acuerdo, el ELN lo incumplió y dijo que no se había hablado sobre el tema.

Así las cosas, alguna de las partes miente o incumplió, y al igual que las negociaciones entre Pastrana y las Farc, las cosas empezaron mal y muy seguramente terminarán igual.

Solo el debilitamiento militar llevaría a la guerrilla del ELN a sentarse a hablar seriamente en una mesa de negociación. Infortunadamente, esto es algo que no va a ocurrir, o por lo menos no bajo los términos planteados por la Ley de paz total, sancionada hace dos meses, pues en ella se les da nunas gabelas enormes a los grupos armados al margen de la ley. Ellos la van a pasar “sabroso”, y podrán cometer todas sus fechorías en los territorios, ahora con el aval y beneplácito del Gobierno nacional.

Los procesos de paz han hecho que las narcoguerrillas salgan fortalecidas y beneficiadas, basta ver lo que sucedió en el Caguán. Los diálogos de paz con las Farc en la era Santos también hicieron que el negocio del narcotráfico, eje central del conflicto, creciera a pasos agigantados. Al llegar al poder, Santos recibió menos de 50 mil hectáreas de cultivos ilícitos y al terminar su periodo, Colombia tenía más de 209.000 hectáreas de estos sembradíos, de acuerdo con la Oficina para la Política Antidrogas de la Casa Blanca.

Estas negociaciones no creo que sean nada distintas. Con Petro el negocio del narcotráfico crecerá. Bienvenidos a la repotenciación del negocio de las drogas. Bienvenidos al desgobierno.

Fuente : Semana , Johan López

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Por Franssy

Productor Multimedia, Productor y Editor Jefe de La Desepchada Tv.