Esta afección se expulsa con el tiempo por si solo y una buena higiene, pero en otros, se vuelve persistente y doloroso.
Las amígdalas son dos masas de tejido de forma ovalada situadas a ambos lados de la parte posterior de la garganta, son la primera línea de defensa del sistema inmunitario contra las bacterias y los virus que ingresan a la boca.
La función de ellas hacen que se vuelvan especialmente vulnerables a la infección y la inflamación, así lo indicó Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación. Además, suele presentarse por una infección viral. Las bacterias como la faringitis estreptocócica también pueden causar esta afectación.
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Ellas aparecen debido a la calcificación de algunas sustancias en los pliegues de las amígdalas palatinas, es decir, se componen de partículas de alimentos, bacterias, mucosidad y glóbulos blancos muertos que quedan retenidos en esta zona.
Cuando a una persona le da esta afección notará la infección en diferentes tamaños, la mayoría son pequeños. También podrá observar una masa de color blanca o amarillenta, que a veces suelen ubicarse en el tejido profundo amigdalino, lo que puede dificultar su detección. Aunque, por estos síntomas puede ser más fácil saber de lo que se trata:
Mal aliento.
Dolor de oído.
Dolor de garganta.
Inflamación de las amígdalas.
Dificultad para mandar los alimentos.
Sensación de obstrucción en la garganta.
En algunos casos, esta afección se expulsa con el tiempo por sí solo y una buena higiene, pero en otros, se vuelve persistente y doloroso, lo que lleva a asistir al médico y sea diagnosticado con una amigdalectomía. Al no desaparecer con nada, se hace una extracción quirúrgica de ellas.
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Adicionalmente, hay ciertos factores de riesgo de la amigdalitis, que son los siguientes:
La edad temprana. La amigdalitis afecta con mayor frecuencia a los niños, y la amigdalitis causada por bacterias es más común en niños de cinco a 15 años.
La exposición frecuente a gérmenes. Los niños en edad escolar están en contacto directo con sus compañeros y se exponen con frecuencia a virus o bacterias que pueden causar amigdalitis.
¿Cómo eliminar las amígdalas con ingredientes de cocina?
Esta afectación no precisa un tratamiento específico más allá de los buenos hábitos de limpieza. No obstante, hay algunos remedios caseros que pueden favorecer a su eliminación y son:
– Enjuague con vinagre de manzana: este producto se considera un coadyuvante para disminuir la presencia de infecciones o bacterias en la boca. Varias investigaciones han demostrado que tiene efectos antimicrobianos, lo que ayuda a la eliminación de bacterias orales.
Si desea usarlo, debe tener en cuenta que no se tiene que utilizar en su estado puro, lo más factible es que diluya una cucharada en un vaso con agua tibia, pues los ácidos de ese contenido se asocian con daños permanentes en el esmalte dental.
– Ajo: los suplementos derivados de esta especia previenen los cálculos en las amígdalas, ya que contiene propiedades antimicrobianas y su consumo deriva con la inhibición de las infecciones que provocan esa condición.
Para consumirlo debe pelar dos dientes de ajo y extirparlos para luego consumirlos y bajarlos con una vaso de agua. Cabe mencionar que su aroma es fuerte y, por lo tanto, deja un aliento poco agradable.
– Gárgaras con agua salada: un artículo compartido en la Clínica Cleveland, explica que este método ayuda a disminuir la hinchazón y la incomodidad ante la presencia de cálculos en las amígdalas.
Para hacer el tratamiento, solo basta con mezclar una cucharada de sal en una taza de agua. Después, se hacen gárgaras durante un par de minutos y por último, se expulsa el líquido.
Fuente : Semana , María Arias
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