La diabetes es un factor común para el desarrollo de varias enfermedades.
La glucosa “es la principal fuente de energía del cuerpo” que se obtiene a través de los alimentos, explica la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos (Medline Plus). La forma en la que ingresa a las células es a través de la insulina, una hormona que de acuerdo con el Instituto Nacional del Cáncer (NCI) es “elaborada por las células de los islotes del páncreas”.
De ahí que sea responsable de “controlar la cantidad de azúcar en la sangre al almacenarla en las células, donde el cuerpo la puede usar como fuente de energía”, añade en su página oficial.
Es entonces que los niveles altos y bajos de glucosa pueden ser alerta de algunos problemas de salud, como la diabetes, que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) es una enfermedad metabólica y crónica que daña a largo plazo órganos como los ojos y los riñones.
“Aproximadamente 62 millones de personas en las Américas (422 millones de personas en todo el mundo) tienen diabetes, la mayoría vive en países de ingresos bajos y medianos, y 244 084 muertes (1.5 millones en todo el mundo) se atribuyen directamente a la diabetes cada año”, añade en su informe la OMS.
Entre tanto, la diabetes tipo 1 consiste en la insuficiente producción de insulina por parte del páncreas; mientras que en la diabetes tipo 2 -la más común- las células se resisten a la insulina.
Cabe recordar que “la diabetes gestacional es una hiperglucemia con valores de glucosa en sangre por encima de lo normal pero por debajo de los diagnósticos de diabetes. La diabetes gestacional ocurre durante el embarazo”, afirma la OMS.
La enciclopedia médica a través de su servicio en línea señala que los niveles altos de glucosa causan visión borrosa, cansancio, pérdida de peso, aumento de sed, entumecimiento en las extremidades inferiores, entre otros síntomas.
Los niveles bajos de glucosa en el torrente sanguíneo provocan dolores de cabeza, palpitaciones, hambre, nerviosismo, entre otros, apunta Medline Plus.
En este sentido, la Clínica Mayo asegura que la diabetes tipo 1 no se puede prevenir, pero se puede reducir el riesgo de la diabetes tipo 2 con una alimentación con frutas y verduras que sean ricas en fibra porque colabora con la disminución de absorción de la glucosa.
En este sentido, Soy Vida menciona que es importante consumir vegetales como la calabaza porque regula la glucosa en la sangre y ayuda con el aumento de insulina.
Calabaza
De acuerdo con el portal Tua Saúde, la calabaza es un alimento con múltiples beneficios, ya que es fuente de vitaminas y minerales que contiene pocas calorías, y es abundante en antioxidantes.
Su consumo ayuda a mejorar la visión, a fortalecer el sistema inmune, a la pérdida de calorías, a la prevención de cáncer y hasta a atenuar las líneas de expresión.
Finalmente, cabe recordar que los niveles de glucosa se pueden elevar según el alimento que se consuma, porque cada uno de ellos tiene un índice glucémico (IG) que según Medline Plus es una medida en la cual se determina qué tan rápido o inmediato un alimento o producto puede elevar el azúcar de la sangre.
La enciclopedia médica menciona que generalmente los alimentos que tienen hidratos de carbono tienen IG. Esto no quiere decir que aquellos que tienen un índice glucémico bajo no eleven el azúcar de la sangre, sino que lo hacen de manera mucho más lenta. Dentro de la escala IG, los valores inician desde 0 a 100, siendo este último el más alto.
De hecho, es importante identificar el IG de los alimentos que se encuentran dentro de un plan de alimentación para intentar regular o controlar la glucosa del torrente sanguíneo y evitar que aumenten los niveles, incluso si se tiene diabetes.
Fuente : Semana , María Arias